El arrendamiento viene del término arrendar que según la RAE significa “ceder o adquirir por un precio el goce o aprovechamiento temporal de cosas, obras o servicios”.

Esta interacción de las partes se obliga en un contrato de arrendamiento. En el contrato de arrendamiento siempre hay dos partes, quien arrendá las cosas y quien hace uso o goce de las cosas, formalmente llamados arrendador y arrendatario respectivamente.

Básicamente, el arrendamiento se trata de una persona o entidad que tiene en propiedad legal un activo que puede prestar a otra persona el uso y goce mediante un precio pactado en un determinado periodo.

El arrendamiento tiene una ventaja importante para las empresas, ya que las cuotas o rentas mensuales son gastos, también al no ser una compra disminuye el riesgo financiero de las empresas y al termino del plazo del contrato de arrendamiento es posible renovar el activo.

Es decir

Sin descapitalizarte

También una ventaja relevante es la deducción inmediata o depreciación acelerada, haciéndolo en el plazo pactado en el contrato de arrendamiento.

Con el producto de arrendamiento puro con opción a compra, podrás acceder de manera rápida y simple al activo/bien que sea necesario para las operaciones de tu negocio y al final puedes quedarte con él, con la opción a compra pactada en el contrato.

¡Ahora comencemos!